domingo, 6 de septiembre de 2009

Qué tanto es tantito...

La realidad y las palabras...

Sara Sefchovich

06 de septiembre de 2009

El diario español El País dedicó un artículo a la violencia en México y reprodujo unas palabras del presidente Calderón, según las cuales "no existe el enorme caos y la enorme inseguridad que algunos en el exterior creen y que otros se empeñan en proclamar". Y agregaba el mandatario: "Hablar mal del país para muchos es un esfuerzo cotidiano". Calderón no es el primero que afirma que los medios de comunicación, analistas y académicos hacen ver una realidad más negra que la que realmente existe. Zedillo y Fox dijeron también que "el problema se ha magnificado", aquél acusó de malosos a los críticos y éste hasta llegó a recomendar a los mexicanos que no leyeran el periódico. Esto viene a cuento porque justamente la semana pasada me pregunté en este espacio si había una realidad independiente de nosotros o si ella solamente dependía de nuestra mirada y de nuestra palabra, como sostienen algunos. El sicólogo italiano Aloisyus Fenwick y el novelista argentino Hugo Ezequiel Lezama escriben: "El universo material se transfigura con la aparición de la palabra. Antes de que Mendeleiev estableciera la tabla periódica, ya estaban los metales existiendo, y sin embargo, su existencia era innocua por el solo hecho de que el hombre no los había levantado de su falta de nombre, transformando el universo inerte en el universo del discurso". Aun si aceptáramos que así son las cosas y que la realidad sólo es tal cuando la palabra la nombra, como gustaba decir Octavio Paz, tendríamos que aceptar también el hecho de que el lenguaje es más que un conjunto de palabras y reglas gramaticales, y que es un sistema que construye su sentido y sus significados a partir de lo que somos. Dicho de otro modo, que no se habla como se quiere ni se dice lo que se quiere, pues hay coerciones que pesan sobre nuestro lenguaje, que son de orden social e ideológico y que hacen que todo en esta vida esté teñido por nuestra posición y situación: credos —religiosos o profanos— aspiraciones individuales, compromisos profesionales, intereses, gustos, valores. Por lo tanto, como afirma Ivan Illich, cuando hablamos transmitimos no sólo palabras sino significados culturales. De modo que, cuando el Presidente de la República dice que el país no está tan mal pero muchos ciudadanos decimos que sí está muy mal, ¿cuál es la realidad? Hans Kelsen distingue entre juicios de realidad (como: "el calor dilata los metales") y juicios de valor (como: "la delincuencia no es tan grave como la pintan"). Estos últimos son a los que nos venimos refiriendo como determinados por la cultura. Al Presidente las muertes, secuestros, violaciones y asaltos no le parecen suficientes como para considerar grave la situación, mientras que a otros ciudadanos sí nos lo parecen. Pero resulta que para los que vivimos en México (gobernantes y ciudadanos por igual), es un valor cultural ampliamente reconocido y aceptado que debe existir seguridad: que no nos asalten y roben, que no haya secuestrados ni asesinados. Todos lo creemos, todos lo queremos y todos sabemos que al que le corresponde lograrlo es al gobierno, que esa es su función. También sabemos que no lo ha conseguido, que ha fracasado. Pero el gobierno no quiere reconocer ese fracaso. Entonces miente, usa al discurso para mentir sobre la realidad. Según el filósofo griego Platón, "el gobierno está autorizado para utilizar aquellas mentiras que considere convenientes por encima de la verdad". Pero para el jurista austriaco Hans Kelsen, "no hay ningún motivo que nos impida colocar la verdad por encima y rechazar la propaganda del gobierno por estar fundada en la mentira". La cuestión entonces resulta muy sencilla: no se trata de discurso sino de realidad, el tema no son las palabras que se dicen, sino la realidad que estamos viviendo y que todos sabemos que estamos viviendo y frente a la cual, por nuestros valores, intereses y objetivos, nos sentimos enojados y exigimos respuesta a quienes hemos colocado socialmente en la posición y obligación de darla. Y esto es así digan lo que digan quienes están en el gobierno. sarasef@prodigy.net.mx Escritora e investigadora en la UNAMhttp://www.eluniversal.com.mx/editoriales/45511.html

Charles Darwin y Dios originan debate teológico en Universum

Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe llevan la segunda temporada de su montaje al museo

El científico sondeó las creencias religiosas de los casi 250 asistentesMe diste raciocinio y pocas pruebas, una de las respuestas

El espectáculo se presentará hasta el 10 de octubre

Ante las carcajadas del público, Darwin (Jesusa Rodríguez) confesó: Me habían dicho que los mexicanos se ríen de su desgracia, pero no lo había vistoFoto Liliana Felipe Tania Molina RamírezDios apareció en la Universidad Nacional Autónoma de México. ¿Se equivocó de templo? No. Llegó a dialogar con unas 250 personas reunidas en el museo de ciencias, luego de haberles hecho un sondeo en el cual, entre otras cosas les preguntaba cómo se enteraron de su existencia y si tenían alguna sugerencia para mejorar la calidad de sus servicios.Charles Darwin fue el primero en aparecer, acompañado de su solícita asistente. Apenas subió al escenario, advirtió al público: A mi edad puedo decir lo que se me dé la gana porque mañana lo puedo desmentir.

Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe montan el espectáculo Diálogos entre Darwin y Dios los viernes y sábados en el Universum. Tras una exitosa primera temporada, ahora están en la segunda.

Jesusa Rodríguez interpreta a Darwin y a Dios, mientras la compositora y cantante Liliana Felipe la acompaña al piano. Lucy y otro Australopithecus afarensis, habitantes del Universum, observan al público desde el escenario. De vez en cuando Darwin se dirige a ellos.
Jesusa Rodríguez ha estado investigando, leyendo, conversando con conocedores de la materia, para armar este espectáculo con rigor científico y a la vez mucha imaginación.

Teórico de la involuciónDesde hace varios meses, Darwin se ha presentado en varios sitios, como el Museo de la Ciudad de México. Desde distintos escenarios ha explicado, con una buena dosis de humor, su visión científica; ha denunciado que México es el único país que involuciona, y lo ha comprobado mediante el mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central. Así lo hace también en el Universum, donde muestra en una pantalla la imagen del mural: los rostros han cambiado, Benito Juárez ha involucionado en Ulises Ruiz, por mencionar sólo uno del vasto universo de personajes poderosos que usurparon el mural de Diego Rivera y nuestro país.



Ante las carcajadas del público, el científico inglés confesó: Me habían dicho que los mexicanos se ríen de su desgracia, pero no lo había visto.

Y exhorta: Quiero que este país se deje de simulaciones. Basta ya de hipocresía, y el bien informado caballero inglés cita ejemplos, entre ellos, la guardería ABC y el caso Acteal.

Finalmente, recordó que en el mural de Rivera la frase original adjudicada a Ignacio Ramírez, El Nigromante, era no hay dios, la cual fue borrada. Darwin preguntó quién estaba de acuerdo con devolver al mural la frase original. La mayoría levantó la mano. El científico invitó a todos a entrar a www.granuniondelibrepensadores.org.

Ese sábado, también una mayoría aseguró no creer en Dios. Y fue ahí cuando comenzó la revisión de los cuestionarios. Por ejemplo, acerca de la existencia o no de Dios, los presentes opinaban: me diste raciocinio y pocas pruebas; para mí no existe, sólo creo en lo que me rodea y en lo que puedo palpar, y en los comentarios o sugerencias: que venga a vivir a la Tierra, a una zona marginada, como Chimalhuacán, para que vea; que se ponga las pilas; Internet público y gratuito; que revise el equilibrio de fuerzas entre el bien y el mal; que para la próxima no trate de hacernos perfectos; déjenlo en paz, ya tiene mucho trabajo; que haga una página de Internet; que venga a la Tierra y baile un eslam; "que mejore su departamento de preguntas y sugerencias y le baje al marketing"; una línea directa y un sitio de Google; descargas de consejos vía celular; no tengo nada para sugerir, porque Dios es perfecto, y uno no habla con Dios, ¿qué preguntas son estas?
Y apareció Dios. Y le dijo al joven Carlos, sentado en la segunda fila, quien antes había levantado la mano para indicar que creía en él: ¿Qué castigo quieres que le pongamos a los ateos?
–No los castigues, perdónalos –lanzó el buen cristiano.
Y por más que Dios intentó tentarlo para que les pusiera un buen castigo, no lo logró. Tarde o temprano van a creer en ti, aseguró el muchacho.
Sólo porque Carlitos vino a la Tierra para el perdón de todos ustedes, sentenció Dios. Y se escuchó una voz en el público: Gracias, Carlos.
A un señor que dijo no creer en él, Dios lo interrogó:
–¿Tiene pruebas de que Dios no existe?
–No.
–¿Entonces?
–Si existiera no permitiría el desbarajuste de la economía, la pobreza...
–Eso es Carstens.
–No habría muertos de hambre, cuando tienes trasnacionales tirando alimentos –refutó, muy serio.
Al final, se armó una bolita de gente alrededor de Darwin, queriéndose tomar una foto de celular con él.

Diálogos entre Darwin y Dios se presenta los viernes y sábados a las 19 horas, hasta el 10 de octubre, en el Museo de las Ciencias Universum.

La obra es para mayores de 18 años. 5622-7268. www.universum.unam.mx. Zona Cultural de Ciudad Universitaria. $150.00

http://romperelcercoinformativo.blogspot.com/2009/09/charles-darwin-y-dios-originan-debate.html

¿Te acuerdas?

Rafael Pérez Gay
El Metro
06 de septiembre de 2009

He vuelto a la hemeroteca para revisar periódicos viejos. Buscaba en algunas noticias el perfil de una época y he terminado en otra distinta. Así pasa con las máquinas del tiempo, los diarios amarillos son el mejor transporte, pero no son seguros, te llevan a donde les da la gana. Me siento cómodo hojeando el papel que podría deshacerse entre los dedos. Me pica la nariz, no vaya a pescar una micosis.
Tengo frente a mí la fotografía de Gustavo Díaz Ordaz, Alfonso Corona del Rosal, Bernardo Quintana y Agustín Yáñez en el interior de uno de los flamantes vagones color naranja del primer transporte subterráneo de México. El Presidente, el regente de la ciudad, el ingeniero de la construcción y el escritor no parecen ir a ninguna parte. Su único destino es la lente de las cámaras de los fotógrafos que capturan sus sonrisas. No saben, no pueden saber, pues desconocen el futuro, que han fundado una nueva, enloquecida sucursal del infierno. 5 de septiembre de 1969. Primera plana: "El Metro en servicio. Fue entregado por el Presidente al pueblo de México. La obra más extraordinaria de cuantas se hayan emprendido en este gobierno". Me asombra la sumisión de estas páginas a las que caracterizaba el elogio ciego a cambio de los favores presidenciales, pero no estamos hablando de la prensa sino del Metro.
Dos años atrás, Corona del Rosal dio la orden para que el primer taladro neumático perforara el asfalto en la calle de Bucareli y empezaran las obras del Metro. Había terminado la era de Ernesto P. Uruchurtu, el Regente de Hierro que iluminó la ciudad de México y combatió con esmerada y sospechosa obsesión la vida nocturna de la capital. Luchó a muerte contra la oscuridad y lo que en ella ocurre siempre. La especulación inmobiliaria trazó el destino de la ciudad: hacia el norte los terrenos eran más baratos, en ese límite fincó su fuerza de producción un parque de fábricas y nacieron las colonias Vallejo, Industrial, Lindavista. Hacia el sur aparecieron las nuevas zonas residenciales en aquellos lugares que desde el siglo XIX fueron centros para el descanso veraniego. Como una promesa de prosperidad se poblaron las colonias Coyoacán, Nápoles, San Ángel.
Tres días antes de la inauguración del Sistema de Transporte Colectivo, Díaz Ordaz rindió el quinto informe de su gobierno. Primera plana: "Unamos voluntades". Páginas y páginas de inserciones pagadas felicitando al Presidente, apoyando su mandato firme. Una vergüenza. Por cierto, en el cine Tlatelolco se exhibía El Graduado, 12 semanas de éxito en las que Dustin Hofmann miraba subyugado, después de la tempestuosa cama, a la señora Robinson, desde luego Anne Bancroft. Me volvía loco la idea de la mujer mayor seduciendo a un joven. Calculo que esa señora tenía la edad que he alcanzado. Me volví loco, pero no pude ver la película, no me permitían la entrada. La vi años después en el cine Lido. En cambio, sí fui y entré a la Plaza de Insurgentes en la confluencia de Oaxaca, Chapultepec e Insurgentes. Una ciudad con vida subterránea, un transporte veloz que derrotaba al tiempo, una plaza comercial en donde la vida efervescente agitaba el futuro.
En esos días, en el Teatro Blanquita bailaba Tongolele y Kippy Casados compartía créditos con Beto El Boticario. En el teatro Cuauhtémoc, el profesor Alba asombraba al mundo con grandes actos de hipnotismo. El Cinema Insurgentes, arriba de la plaza del Metro, abrió sus puertas el 11 de septiembre exhibiendo una película de guerra: La batalla por Anzio. Mi madre y yo fuimos a ese cine y nos sentamos en las butacas, con nuestras palomitas, a ver El planeta de los simios. La verdad es que forcé a mi mamá, que no tenía el menor interés en ver esa película, pero las madres hacen muchas cosas por sus hijos. Esa tarde caminamos por la plaza y nos sentamos a tomar café en una terraza. Al fondo se oía la voz de Johnny Dinamo y los Rockin Devils. Los vestidos Catalina se habían adueñado del mercado, el político Carlos Madrazo y el tenista Rafael Osuna habían muerto dos meses antes en un accidente aéreo. No sabíamos, puesto que no conocíamos el futuro, que el cine terminaría en escombros y la plaza convertida en un basurero. Así pasa con los sueños urbanos.
En el Centro, una ciudad ancestral mandaba mensajes al futuro. Durante las excavaciones para la construcción del Metro fueron encontradas 70 toneladas de piezas arqueológicas. La voz de Tenochtitlan le recordaba al porvenir que también ella, un día, tuvo un auge extraordinario.
http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/45506.html

El monólogo

Porfirio Muñoz Ledo
5 de septiembre de 2009


La ausencia de Calderón en la apertura de sesiones, a más de ser un desacato constitucional, evidenció el divorcio entre los poderes y el colapso del régimen presidencial. Signó la esquizofrenia política y la parálisis institucional que nos ahogan.
El espectáculo monárquico montado al día siguiente en Palacio reprodujo el monólogo del antiguo régimen. Los invitados de hoy reemplazan el aplauso lisonjero de los parlamentarios de ayer y el duopolio electrónico provee, como siempre, su amplificador servil. Una restauración teatral del Estado.
Exhibió además el estado de sitio que nos degrada: la utilería armada que acompaña al Ejecutivo como una jaula para protegerlo de la ciudadanía. Se invitó a los legisladores genéricamente, pero a pocos se les aceptó. Los que decidieron presentarse para leer un escrito fueron golpeados: varías garantías constitucionales violentadas de un solo golpe.
El primer actor llama a una “alianza entre los que conformamos los poderes”, aunque a los parlamentarios no los escuche y físicamente los agreda. Es inverosímil que pretenda pactar con quienes se empeña en romper relaciones y ofrezca transformaciones que competen al Congreso. Salvo que nos estime personeros de los convidados que lo rodearon.
En olvido de la pesadilla sudada durante tres años, el mensaje fue remedo de una toma de posesión. Lo que informa es falso, banal y sin referentes. Recuerda aquella frase imperial: “Soy responsable del timón, mas no de la tormenta”. También, la picardía popular que le respondió: “No importa el tipo de cambio sino el cambio de tipo”.
Tono inconsecuente con la minoría política a que lo confinaron los electores. Absurdo convocar a un “cambio de fondo” desde un sitial vacío de autoridad. La palabra “dimisión” es equivalente a renuncia, aunque admite el matiz de “abandonar una cosa que se posee”. La solicité para poder formar un gobierno de mayoría que hiciera frente a la catástrofe.
El sexenio ya terminó y encallamos en un peligroso interregno. Insta sin embargo a “quitarle el freno al cambio” a quienes no se lo pusimos. La propuesta sería procesable si supiéramos qué quiere y no disfrazara tras ampulosas frases modestos ajustes y modificaciones “estructurales”—hermanas menores de las que instalaron la crisis.
El decálogo de ocasión es tan vago como equívoco. No ofrece mecánica de realización, que habría de transitar por un programa global consensuado y un conjunto de iniciativas concatenadas. Él mismo y su partido han rechazado durante un decenio las reformas institucionales y la sustitución del modelo económico que el país demanda.
Si ahora las aceptan, habría que precisarlas. Por ejemplo, si es un cambio de rumbo, ¿qué significa “lucha frontal contra el crimen en el respeto al estado de derecho”? ¿Acaso mantener el Ejército en las calles, contrariando la Constitución? O tal vez estableciendo una comisión de la verdad que desnudara las alianzas entre el crimen y el poder.
¿A dónde alcanza “una reforma política de fondo”? ¿Qué comprende “una nueva generación de reglas electorales” y “una mejor relación entre los actores políticos”? Las propuestas del 2000 no han sido adoptadas ni refutadas. El oneroso ejercicio de 2007 dejó sin aprobación más de un centenar de iniciativas fundamentales.
La legislación por goteo sería un suplicio de tóntolos. La tarea es integral y debe incorporar a la inteligencia y la sociedad. Propuse un debate urgente e informado para analizar las causas y posibles salidas del hundimiento económico. Su sede sería el Legislativo, quien debiera dictar después las transformaciones correspondientes.
La reforma del Estado exige de determinación y método. Bien encomendando el proyecto a una instancia especializada del Congreso, como había sido acordado, o bien convocando a una Asamblea Constituyente. Lo demás es vacua palabrería.
Diputado federal (PT)

http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/45495.html

Llevemos a México a ser potencia...


¡AGUAS!
Ya nos quieren ir acostumbrando a sus llamados...

YA VIENE LA CONOCIDA PRI-CANTALETA...QUE YA CASI SOMOS LA PRIMERA POTENCIA DEL MUNDO, NOMÁS QUE OLVIDEMOS TODO Y LLEGUE EL PRI OTRA VEZ, DE NUEVO, AGAIN...



Peña Nieto.
Peña Nieto llamó a los mexicanos a superar los complejos y trabajar porque el País se convierta en una potencia.Foto: Alejandro Pastrana
Peña fue arropado por 16 mandatarios estatales en funciones y electos y por la lideresa nacional del PRI, Beatriz Paredes, entre otrosFrancisco Ortiz
Toluca, Estado de México (5 septiembre 2009).- Con motivo de su Cuarto Informe de Gobierno, el Gobernador del Estado de México, Enrique Peña, convocó a los mexicanos a hacer a un lado complejos y traumas de la historia para encaminar a México a convertirse en una potencia mundial.Durante su mensaje político, verificado en el Teatro Morelos de Toluca, Peña fue arropado por 16 mandatarios estatales en funciones y electos, por la lideresa nacional del PRI, Beatriz Paredes, y por representantes de los diferentes sectores de la entidad.


"México requiere movilizar a la sociedad y aprovechar sus fortalezas para convertirse en la gran potencia mundial que tiene derecho a ser, esta aspiración es totalmente alcanzable"."Dejemos atrás los complejos nacionales, el trauma de nuestra historia, seamos todos parte de un gran proyecto de Nación, es necesario tomar en cuenta a las diferentes voces de la sociedad, hay que ir con la gente a escucharla y utilizar todos los recursos en nuestro alcance para ver qué piensa y cuáles son realmente sus exigencias", convocó el Gobernador. (¿O SEA QUE TODAVÍA NO TIENE IDEA?)Reiteró que la Administración a su cargo está completamente de lado de la República y que respaldará todo esfuerzo por encima de intereses de grupo o partidistas."Tenemos una firme convicción de que México va primero", arengó. (¿PRÓXIMO LEMA DE CAMPAÑA?, ¿PROFUNDO NO?Ante unas dos mil personas , el Mandatario priista invirtió la mayor parte de su discurso en un recuento de acciones y compromisos cumplidos durante su gestión.(Y DIJO CUÁNTO SE GASTA EN LOS ESPOTS INTENSIVOS EN TELEVISA?)En algunos momentos del acto, que duró aproximadamente una hora y treinta minutos, Peña quedó afónico y fue auxiliado por una asistente, quien le acercó vasos con agua para que continuara su exposición. ( La falta de costumbre...No es lo mismo filmar espots que hablar en vivo ¿y así quiere la grande?)