miércoles, 10 de septiembre de 2008

¿VIVA MÉXICO?

CLIENTE DISTINGUIDO DE LA TIENDA DE RAYA
Miguel Ángel Granados Chapa (Digno merecedor de la Medalla Belisario Domínguez)

Con un discurso lamentablemente uncioso, explicable acaso en un presidente municipal pero no en el de la República, Felipe Calderón participó en un acto falso (los cincuenta años de Wal-Mart en México, que apenas cumple once aquí), al mismo tiempo que la Suprema Corte definía una práctica laboral de ese consorcio como propio del porfiriato.

Para congraciarse con su auditorio, los ejecutivos y empleados de ese imperio comercial (incluido Craig Herkert, presidente de Wal-Mart para las Américas), Calderón contó su trivial historia como cliente de la cafetería Vips y las tiendas Aurrerá. En aquella, el ahora Ejecutivo federal solía tomar café con su padre, Luis Calderón Vega, a quien agradaban los bisquetes con mermelada. Y ya casado, el joven Calderón hacía la compra familiar, con su esposa Margarita, en alguno de los dos establecimientos cercanos a su domicilio: “Ahí hemos pasado, hay que decirlo, muchos días de nuestra vida, que tienen que ver con lo que comíamos todos los días y con las camisetas de los uniformes de los niños; ahí solíamos comprar nuestros arbolitos de navidad también. Y, como muchos mexicanos, me siento, tengo una parte de identificación con lo que ustedes hacen… Y además, hay que decirlo, yo no recuerdo al menos, jamás he recibido un maltrato, o una actitud despótica o una desatención de ninguno de los empleados o asociados de Wal-Mart, lo cual me da mucho gusto, se los agradezco”.

Mientras Calderón entonaba este canto del cliente agradecido, la segunda sala de la Suprema Corte resolvía la revisión de un amparo demandado por un extrabajador de Wal-Mart, que impugnó un convenio por el cual se adhirió al plan de previsión social de esa empresa, que cubre las prestaciones de sus empleados con vales de despensa emitidos por el propio consorcio. “Un contrato de trabajo que obligue directa o indirectamente a los empleados a adquirir artículos de consumo en tiendas o lugares determinados contraviene los principios fundamentales consignados en el artículo 123 constitucional, por lo que debe declararse nulo de pleno derecho”, sentenció la sala. Su decisión, que encontró esa usanza semejante a la de las tiendas de raya del porfiriato, carece de efectos prácticos. Por un lado, el quejoso ya no trabaja para esa empresa y, por otro lado, los efectos de la sentencia lo protegerían sólo a él, y no al resto de los 150 mil empleados del consorcio. Pero al resolver el caso el alto tribunal reveló uno de los ingredientes, el bajo costo de su mano de obra, que permiten a Wal-Mart ofrecer precios bajos y obtener ganancias multimillonarias.

Articulo completo en este enlace: Proceso

Hay que Preguntar por los libros de Sanjuana

From: SanJuana Martinez

Queridas amigas(os), escribo para pedirles apoyo urgente.
Mis libros están siendo bloqueados en las librerías, ya
no solo en Sanborn's.
Y Guadalajara es una ciudad crucial, porque desde allí los
devuelven. Ya sabes el poder de la Iglesia en Jalisco.

Ojalá puedan promover entre las organizaciones que
pregunten por ellos en todo aquel establecimiento con libros
y los solicite con un pedido o bien para verlos...hemos
descubierto que ambos textos son escondidos y otros son
devueltos sin abrir las cajas, por lo que hay más de 20
mil libros almacenados.

Los nombres y sus editoriales son:

"Manto Púrpura: pederastia clerical en tiempos del
cardenal Norberto Rivera" (Editorial Grijalbo)

"Prueba de fe: la red de cardenales y obispos en la
pederastia clerical" (Editorial Planeta)

No es necesario que los compren, pero si que los pidan en
las librerías, que los recoloquen para que no sean
escondidos, bloqueados o censurados. Que se difunda el
contenido de los libros.


Un abrazo y otra vez, mil gracias.