viernes, 27 de junio de 2008

El Dinero de Galván Ochoa y el Primer Libro de Fox

jueves 26 de junio de 2008

Enrique Galván Ochoa
McCain: comiendo pichón
■ Los puentes de Reforma
■ Desabasto en la frontera

A punto de terminar el mandato presidencial de Vicente Fox, en una conferencia de prensa en el rancho San Cristóbal, un reportero le preguntó: –Señor Fox, ¿a qué va a dedicar su tiempo ahora que deja las intensas actividades de la Presidencia?
–Mira muchacho... pues voy a atender el rancho, voy a montar a caballo y, sobre todo, voy a tratar de terminar mi primer libro...

–¿Su primer libro, señor? ¡No sabíamos que estuviera escribiendo uno!

–No, no lo estoy escribiendo, lo estoy leyendo –contestó Fox.

Nadie podría asegurar, tampoco negar, que este diálogo ocurrió realmente o es un chiste de los muchos que circulan en Internet. Pero lo que está fuera de duda es aquel desafortunado lance con que se echó encima a la comunidad afroamericana del país del norte. Sin venir al caso, se fue de la lengua: “los mexicanos se ocupan de los trabajos que ni los negros quieren”. No bastó que don Rubén intentara explicar lo que quiso decir, tuvo que hacer un acto público de desagravio. Barack Obama, hombre de piel oscura, del Partido Demócrata, aspira a la presidencia. Enfrenta al republicano John McCain y esta semana ambos se lanzaron tras el voto latino. A mediados de julio, Obama y McCain asistirán a la convención del Consejo Nacional de la Raza en San Diego, California, entre muchos actos de proselitismo. McCain anuncia una visita a México la semana próxima con la mira de ganar el voto de un millón de ciudadanos estadunidenses que viven en la República (eran más, pero la violencia los hizo huir). Se reunirá con el presidente Calderón y coinciden en un punto: el Tratado de Libre Comercio.
Ambos están en favor de que continúe su vigencia como hasta hoy; en cambio, Obama se pronuncia por su revisión, haciéndose eco de los sindicatos que reclaman la fuga de empleos hacia los sueldos miserables de México.
Cuando regrese a su patria, el candidato republicano seguramente hablará de sus puntos en común, habrá debate. Hay muchos votantes despistados que ignoran que el tratado sólo ha favorecido a las grandes empresas, pero ha perjudicado a la gente pobre. Tal vez no se ha dado cuenta, pero el astuto McCain ya metió a Calderón a su campaña. Comió pichón.
Los puentes de Reforma
A la delegada en Miguel Hidalgo, Gabriela Cuevas, el make up no le cubre la ambición. Siente que tiene una carrera política promisoria, pero sabe que, como dijo el profe Hank, un político pobre es un pobre político, y la regla no hace diferencia de sexos. Quiere lanzarse a la construcción de cinco pasos a desnivel en el área de Palmas y Reforma, lo que conlleva jugosos contratos de generosas empresas privadas. Los vecinos se oponen porque serán destruidos muchos árboles y ya salieron a protestar a las calles. Dice la delegada que los inconformes son muy poquitos y quiere hacer una consulta para que la mayoría exprese su opinión. Entonces, ¿se vale hacer consultas sobre los contratos, perdón, los puentes de Gabriela mas no sobre la privatización de Pemex?

e@Vox Populi

Asunto: nuestros jóvenes
No nos engañemos, como sociedad estamos matando a nuestros jóvenes: los matamos de hambre, por falta de oportunidades; los matamos manteniéndolos en la ignorancia, asfixiando su diversión y su vida en la única puerta de salida de la paradójicamente llamada New’s Divine. O renunciamos todos a ser cómplices de esta sociedad suicida o resulta detalle de poca importancia y hasta de mal gusto ver la pelea por quiénes salvan su pellejo, quiénes ganan y quiénes pierden sobre cadáveres de jóvenes. Estamos siendo espectadores de nuestro suicidio... (y a ver si el 10 por ciento transitorio nos permite usar los velatorios del ISSSTE).
Celia Bulit/ Tlalpan

R: Querida Celia: ¿por qué culpar a la sociedad? Es víctima de los gobiernos que hemos padecido. Quizá su único pecado es tolerarlo abnegadamente.

Asunto: muebles Dico
En febrero de este año, mi hermana y yo acudimos a la sucursal Mixcoac de la cadena de mueblerías Dico a comprar un antecomedor. Nos explicaron que no tenían en existencia, que llegarían en abril, pero debíamos pagar para hacer el pedido, y así lo hicimos. No lo entregaron, sólo nos daban largas, hasta que en junio decidimos que no queríamos seguir esperando y fuimos a cancelar la compra. Nos dijeron que en cinco días hábiles pasáramos a recoger el cheque. Fuimos ocho días después y no hubo tal. Cuatro meses después no tenemos ni el mueble ni el dinero. Por lo menos que nuestra experiencia sirva para que la gente esté prevenida.
Mariana Saiz/Distrito Federal

R: Dico es una empresa de prestigio; les tocó la purita de malas. Tal vez algún jefe inmediato inferior que se siente superior está demorando la devolución del dinero. Adviértanle que van a quejarse en Profeco. Lo que no sé es si tomarán en serio al ombudsman del consumidor.

Asunto: el desabasto de combustibles
Contra el desabasto de combustible en la frontera: ¿qué no procedería exigir a los consumidores de gasolina un comprobante de domicilio mexicano o credencial de elector? Sé que esto no conviene a los concesionarios, pero quizás podría establecerse una ley que así lo especifique para evitar lo que usted llama el “subsidio a los conductores americanos”.

Juan Bolter/Distrito Federal

R: Es buena idea pero, ¿cuáles serían los resultados? Es posible que más adelante tengamos dos problemas: el desabasto y una sucursal de la Plaza Santo Domingo imprimiendo comprobantes falsos. Con la corrupción que padecemos.
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Editorial La Jornada sobre el News Divine

News Divine: responsabilidades compartidas25 jun 08
La tragedia ocurrida el pasado 20 de junio en una discoteca del norte de la ciudad de México, en la que perdieron la vida una docena de personas –nueve jóvenes, tres de ellos menores de edad, dos policías preventivos y uno judicial– y resultaron heridas de gravedad varias más, ha dejado tras de sí una profunda indignación en la sociedad capitalina y nacional, en cuya percepción las corporaciones supuestamente encargadas de la seguridad de los ciudadanos son, en cambio, factores de riesgo para la vigencia de los derechos humanos y para la vida misma.
Ciertamente, los lamentables sucesos del viernes pasado no tuvieron una génesis súbita ni un responsable único; son, por el contrario, producto de la combinación de varios factores y de una cadena de responsabilidades que comienza con la falta de control por parte de la delegación Gustavo A. Madero, acéfala tras la solicitud de licencia presentada ayer por Francisco Chiguil, y en cuyo territorio operan alrededor de 80 de los llamados “giros negros”. La autoridad delegacional habría debido garantizar las condiciones mínimas de seguridad con que deben operar los lugares de esparcimiento para los jóvenes. En el caso referido, resulta incomprensible que al interior de la discoteca News Divine –inmueble con capacidad para 100 personas– se encontraran más de medio millar de adolescentes, situación recurrente, de acuerdo con los vecinos del lugar, y que las salidas de emergencia, con las que debe contar, por ley, todo establecimiento mercantil, se encontraran bloqueadas. Tampoco puede soslayarse la responsabilidad que corresponde al encargado del antro, Alfredo Maya Ortiz, por semejantes condiciones que facilitaron la tragedia.
Con respecto al operativo policial, resulta inadmisible la falta de planeación y de responsabilidad con que se desempeñaron los funcionarios de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) y de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF) –los dos organismos que integran el programa Unipol–: es inevitable suponer que las muertes habrían podido evitarse si ambas dependencias hubiesen emprendido medidas de control y verificación previas al arribo de los efectivos policiacos a la discoteca. Por añadidura, los jaloneos actuales entre ambas instituciones se han traducido en un manejo deficiente y sesgado de la información sobre el caso, lo que impide extraer conclusiones certeras y confiables respecto de los responsables, y no contribuye, por tanto, al esclarecimiento que demandan las más elementales consideraciones humanitarias y la ciudadanía.
Por lo demás, los acontecimientos del pasado viernes ponen en perspectiva una tendencia de las corporaciones de seguridad de todo el país a descuidar las acciones de prevención en el combate al crimen y a dar prioridad a acciones que en muchos casos conllevan a la represión y la criminalización de franjas enteras de la sociedad; en el caso que se comenta, de adolescentes de bajos recursos, en su mayor parte, que conformaban la clientela habitual del establecimiento. Por lo que toca a las autoridades capitalinas, una de las consecuencias naturales de estos lamentables sucesos, además del castigo para los responsables, debiera ser la redefinición en la forma como se llevan a cabo estos y otros operativos policiales, a fin de evitar que se repitan casos como el de la discoteca News Divine.
Finalmente, y como era de esperarse, la circunstancia actual ha sido propicia para el avance de una feroz campaña mediática de linchamiento contra el titular de la SSP-DF, Joel Ortega Cuevas. Al respecto, y sin soslayar la cuota de responsabilidad que el funcionario pudiera tener en los hechos –algo que habrá de ser determinado en las pesquisas correspondientes–, cabe señalar que ese funcionario se ha destacado como uno de los más eficaces jefes de la policía capitalina en mucho tiempo y que ha desempeñado una tarea por demás valiosa en la coordinación de esfuerzos a favor de la seguridad de la sociedad, no sólo al interior de las corporaciones capitalinas, sino también con las de otras entidades, e incluso con el gobierno federal. Cabe sospechar, por tanto, que los clamores que exigen su destitución obedecen, más que a un espíritu de justicia, a un deleznable oportunismo que busca golpear políticamente a las autoridades capitalinas con una tragedia que ha embargado de dolor e indignación a 12 familias y a la sociedad en su conjunto.

Ciudad Perdida?

miércoles 25 de junio de 2008

Miguel Ángel Velázquez

News Divine: desproporción en las culpas
■ Olor a venganza, más que a justicia

La cara de la mujer mira hacia el techo del antro y allí se encuentra con la cámara de video que registra sus expresiones de dolor y angustia. Conforme avanza la grabación un mar de gente la traga; de pronto ya no se ve el casco azul ni su rostro enrojecido, sudoroso, sólo se mira una mano, su mano que se va hundiendo en la multitud, y por fin desaparece, muere asfixiada, aplastada.
¿Qué mando policiaco hubiera ordenado una muerte así para uno de los suyos? Las contradicciones coinciden. En el antro, la voz del encargado del negocio pide su desalojo, por segunda vez, y afuera otra voz de mando habría ordenado que nadie abandonara el lugar mientras no llegara el transporte que debería llevar, en calidad de presentados, a aquella multitud que como cada fin de semana celebraba tardeadas que se prolongaban hasta las dos de la mañana, entre tragos y droga. La tragedia sucede, pero las contradicciones se encadenan.
El mando de la policía que habría ordenado taponar la estrecha puerta de salida, Guillermo Zayas, es, para la Procuraduría General de Justicia del DF, culpable por omisión de la muerte de 12 personas, pero para el encargado del antro, el de la voz que dispara la salida tumultuaria, y quien supuestamente era el responsable de la venta de bebidas alcohólicas y droga a los jóvenes casi niños, sólo se le habrá de acusar de pervertir a menores.
La desproporción de las culpas que reparte la PGJDF huele a venganza, más que a justicia. Si bien es innegable que la responsabilidad de un acto como el operativo del viernes recae en el mando policiaco, es importante advertir que la acción de las policías en su conjunto, la Unipol, no nace de la ocurrencia de un jefe de seguridad pública, sino de los reiterados llamados vecinales para que, desde la instancia delegacional o desde cualquier otra autoridad, se pusiera fin a lo que para la gente de los alrededores del antro se había convertido en un escenario impune de venta de drogas y alcohol a menores.
En la PGJDF es más que conocida la rencilla entre el procurador Félix Cárdenas y Guillermo Zayas. Sus desencuentros nacen del enfrentamiento legal que sucedió entre el despacho donde trabajaba el hoy procurador y la Fiscalía de Homicidios, que encabezaba Zayas hasta la llegada de Félix Cárdenas a la dependencia, y que se suscitó por el crimen cometido en contra de una reportera gráfica del semanario estadunidense Newsweek.
Después el asunto tomó rasgos de problema personal, cuando el secretario de Seguridad Pública, Joel Ortega, incorporó a Zayas a su equipo de trabajo. Hoy, si Félix Cárdenas no actúa con estricta objetividad para deslindar responsabilidades, la justicia que ejerza olerá a venganza y no servirá para poner fin al mal que en realidad provocó la tragedia: la corrupción.
En la ciudad de México se tienen detectados más de medio millar de sitios que no cumplen con las medidas de seguridad que impone la ley, y de ellos un centenar y medio son verdaderas trampas que cualquier día podrían caer, mortalmente, sobre quienes asisten a ellos. Así que a cuidar lo principal y dejar de lado los problemas que impiden la solución de fondo del problema de los antros. Hoy se tendrá el resultado de la investigación y las conclusiones a las que habrá de llegar el GDF.
Por lo pronto ya hay una guerra abierta, no declarada, entre la SSP y la PGJDF, en la que cada quien cuenta una historia, desde luego diferente, de los hechos del viernes pasado. Lo malo del asunto es que en medio de los enojos y las venganzas está Marcelo Ebrard, su gobierno y, lo más importante, la realización de una consulta a la población de la ciudad sobre el futuro del petróleo. ¡Qué no se les olvide!
De pasadita
Desde muchos frentes, y desde muchas malas intenciones, se busca que el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, corte la cabeza a su secretario de Seguridad Pública, Joel Ortega. Más que hallar fallas imputables al jefe de la policía capitalina, se quiere dar al asunto un cariz de desencuentro entre estos dos que han viajado juntos en la política de la ciudad durante mucho tiempo.
Pero detrás de todo esto subyace la intención abierta de Felipe Calderón de incrustar en el gobierno citadino a algún panista o perredista del ala colaboracionista, que hay bastantes, para tratar de cortar una pata a la máquina de trabajo que hoy tiene el gabinete de Ebrard. Lo malo para ellos es que el jefe de Gobierno tiene muy claro el asunto.ciudadperdida_2000@yahoo.com.mx • ciudadangel@hotmail.com