domingo, 27 de julio de 2008

Astillero 25 julio 08

Astillero
â– La consulta panista

â– El sesgo Fox

â– Fantasma nopalero

PRESUMEN ACUERDOS. Los dirigentes nacionales del PAN, Germán Martínez; del PRI, Beatriz Paredes, y del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo, se reunieron ayer y acordaron cuatro puntos respecto a la reforma energética, sin que nadie claudicara en sus posiciones, según informó el panista.

No sólo es la derrota petrolera: Felipe Calderón informará este sábado, con pompa guanajuatense, que tampoco pudo con Vicente Fox. No es tan sólo que Marcelo Ebrard esté evidenciando el consecutivo sexenio panista perdido al comenzar a trabajar por la futura Presidencia de la República, y con ello haga más notable la oquedad existente en Los Pinos, sino que el propio presunto presidente (P3, aunque se aceptan rebajas) acepta y organiza el retorno al primer plano político de quien en 2006 le patrocinó un resultado electoral adulterado y a partir de esa complicidad impuesta le ha chantajeado, menospreciado y atacado mediante espinosos Manueles a los que el circulito íntimo felipense organizó rechiflas en consejo político nacional anterior (creyendo los chicuelos que de verdad habían llegado al poder) y ahora habrán de aplaudir en forzada convivencia política y social en León y en el Centro Fox, en reconocimiento aplastante de que nada pudo hacer el dizque doctrinario Felipe frente al pragmático esposo de la señora Marta y su cauda impresionante de corrupción y frivolidad (¡Vicente vive, la transa sigue!).

Esa es la verdadera consulta ciudadana de Calderón: aceptando que no puede ni podrá con la carga electoral de 2009 encamina sus preguntas (sin sesgo, directas, crudas: candidatos, financiamiento para campañas, tecnología electoral marca 0.56 por ciento) hacia la sede del poder real, el rancho San Cristóbal y su pareja residencial. El fantasma nopalero de Pascual Ortiz Rubio toma cuerpo en esta versión caricatural, el minimato que va de Los Pinos al Centro Fox: aquí vive el formal presidente, pero el que manda vive enfrente. Jefe Mínimo de la Contrarrevolución que ofrecerá cena de honor a sus invitados y que luego será designado miembro de un comité de planeación estratégica. Ya nomás falta que haga nombrar a algún personaje de apellido Bribiesca en la secretaría tapadera de la Función Pública.

Tres presidentes formales de partidos se han reunido para anunciar decisiones que no les corresponden ni están en condiciones de hacer cumplir. Germán Martínez es una correa de transmisión de Los Pinos, como en los peores tiempos del priísmo; Beatriz Paredes es una pieza de adorno ante el poder real de Beltrones y Gamboa, y Guadalupe Acosta Naranjo es un empeñoso colaboracionista útil, sin base social ni fuerza propia. Pero ellos tres han anunciado que no habrá albazos legislativos y que buscarán "acuerdos" para llegar a propuestas unitarias de reforma petrolera que no "polaricen" al país. El sustituto perredista se dijo confiado en que en ese rediseño se tomen "en cuenta, muy en cuenta" los resultados de los debates en el Senado. Así es que, según el líder máximo de la izquierda mexicana, poderoso y carismático, de nombre Guadalupe, en cuanto se llegue a esos convenios privados, se habrán de hacer públicos, se votarán y colorín colorado, una privatización disfrazada se habrá consumado (el siempre indicativo Graco Ramírez ya anunció que priístas y perredistas van juntos para aprobar la gran reforma).

Este domingo, mientras tanto, se realizará un ejercicio de participación ciudadana que, a pesar de sus limitaciones institucionales y operativas, servirá para formalizar el sentido en que opina un segmento importante de los mexicanos respecto a una múltiple modificación legal que pretenden hacer unos cuantos ciudadanos, legisladores investidos de una "representación democrática" en grave crisis, respecto a un tema que afectará no sólo a los mexicanos del presente, sino a los del futuro. La consulta es una forma de construcción política que irrita a los circulitos del poder formal porque sumará legitimidad a las acciones de resistencia civil pacífica que enfrentarán las pretensiones de los secuestradores de la verdadera representación democrática que pretenden aprobar las reformas privatizadoras maquilladas.

Astillas

Antonio Godínez ha advertido la semejanza entre los logotipos de Vivir Mejor, el programa de Los Pinos que busca "concentrar" los recursos federales para promover el "desarrollo humano sustentable" de los mexicanos, y la multinacional British Petroleum. Pareciera una confesión gráfica de que los paraísos ofrecidos por la demagogia pinolera están dependientemente emparentados con el negocio petrolero extranjerizado… Viendo el estercolero colaboracionista, Juan Manuel Rodríguez propone que, "en lugar del kilométrico nombre, el presidente sustituto del PRD sea llamado Guano", para que vaya en plena consonancia escatológica sexenal… El pasado 23, en el reciente debate petrolero en el Senado, sucedió algo que pinta de cuerpo entero la concepción de país y sociedad que anima a algunos políticos privatizadores. Andrea Becerril y Víctor Ballinas así lo reportaron en La Jornada: "en el lugar que ocuparon los diputados del blanquiazul Juan José Rodríguez Prats y Jorge Nordhausen quedó un mensaje escrito a mano, en el que algún asesor les dice: `Si a este ejemplar del PT le ayudan a terminar la primaria y lo desparasitan, puede ser que alcance a darse a entender'". Entre la mucha información del día, detalles como éste suelen perderse, pero la lectora María Luisa Grohlich comenta cuán "simplista, racista, degradante y discriminatorio es el nivel de argumentación que se maneja entre los intelectuales y científicos que asesoran a la derecha (tal para cual)"… Como una forma de promover la participación ciudadana en la consulta petrolera de este domingo, el Foro Itinerante de la Secretaría de Cultura del gobierno capitalino pondrá en funcionamiento una paródica "Televisión en Vivo" que desde un tráiler, cuyo costado simulará una pantalla televisiva, proveerá, a quienes así se congreguen para ponerse vivos, de reflexiones, entrevistas y otros menjurjes periodísticos que no salen en los canales de la "competencia". El arranque de trabajos será este sábado, a las 12 del día, en el Parque Morelos de Tlalpan, más allá de Villa Olímpica, en Jesús Lecuona y Alfredo G. Bonfil. A esa hora, la entrevista inaugural, plática o lo que vaya a salir, será realizada por el pintor y escultor Rolando de la Rosa al autor de los presentes teclazos… ¡Feliz fin de semana!

Julio Hernández López
Fax: 5605-2099 •

Desfiladero

Jaime Avilés

■ Periodo extraordinario en el Senado: el pacto Zavaleta-Don Beltrone

Antes de lanzar su iniciativa suya de él para la privatización de Pemex, Manlio Fabio Beltrones –o simplemente Don Beltrone– habló en lo oscurito con Ruth Zavaleta y René Arce, capos del gang de traficantes de influencias denominado Nueva Izquierda. Después de ese encuentro, Zavaleta descalificó la consulta popular que arrancará mañana; pidió el cargo de Javier González Garza, coordinador de los diputados del PRD en San Lázaro y, como cereza del pastel, exigió al Senado un periodo extraordinario de sesiones para que se consume, pero ya, la entrega de nuestra máxima fuente de riqueza a intereses particulares.

Además, producto adicional del pacto Zavaleta-Don Beltrone, Guadalupe Acosta Naranjo, presidente espurio del PRD, se entrevistó con Germán Martínez y Beatriz Paredes, líderes del PAN y del PRI, para buscar el modo de sacar, entre los tres, una propuesta de reforma conjunta que logre, por aparente u-na-ni-mi-dad, la privatización de Pemex.

Graco Ramírez, vocero de Nueva Izquierda y secretario de la Comisión de Energía del Senado, quien como candidato al gobierno de Morelos fue acusado de recibir ilegalmente dinero de Pemex para su campaña, se convirtió por su parte en ferviente propagandista de la iniciativa de Don Beltrone. Éste le habría ofrecido, a cambio de su apoyo, nada menos que la presidencia de la Cámara de Senadores, de acuerdo con lo que el franco legislador anda contándole por ahí a sus indiscretas amistades.

Con un entusiasmo rayano en la impudicia, Graco declamó anteayer para los medios: “No comparto las declaraciones ligeras que señalan que (la propuesta beltrónica) es un clon de la de Calderón o una iniciativa construida con el PAN. El PRI está honrando el acuerdo de que discutamos juntas nuestras iniciativas, me lo ha ratificado su coordinador, sus coordinadores. ¡Sí le creo al PRI!”.

Aun cuando, a juicio de Graco, las nueve iniciativas del capo sonorense “en lo esencial no tienden a privatizar Pemex” (en lo sustancial tal vez, pero eso qué importa en comparación con las prestaciones que ofrece el puesto de presidente del Senado), lo cierto es que la “ley Beltrones”, como la rebautizó ayer Luis Javier Garrido, responde “al objetivo de priístas y panistas de destruir Pemex y crear las condiciones para una industria privada” del petróleo, contraviniendo lo dispuesto por los artículos 25, 27, 28 y 131 constitucionales acerca de la soberanía que debe mantener la nación sobre los hidrocarburos y la petroquímica básica.

La propuesta de Don Beltrone coincide en muchos aspectos con la de Calderón: ambas pretenden que Pemex sea una entidad autónoma, que se autorregule y no esté bajo control del Congreso; ambas le ceden asientos en el consejo de administración a los líderes ultracorruptos del sindicato; ambas quieren que las empresas privadas realicen tareas de exploración y sean recompensadas de acuerdo con el volumen de lo que encuentren, y ambas desean repartir “bonos populares” de 100 pesos, para que los tiburones de la Bolsa se lleven también su tajada.

Si la propuesta de Calderón plantea que las grandes petroleras del mundo podrán explorar, extraer, transportar, transformar y almacenar nuestro petróleo aquí en México, la de Don Beltrone dice ¡ah, nononó!, sólo explorar –y de allí se agarra para jactarse de que no es una iniciativa privatizadora, rueda de molino que Graco se tragó completa–, sin embargo, es aún más tramposa e igualmente saqueadora del patrimonio nacional porque concibe mecanismos para que Pemex se divida en múltiples partes, denominadas “empresas espejo”, que estarían a cargo de los gobiernos de los estados, y que dentro de unos años, debido a problemas económicos im-po-si-bles de resolver (como ocurrió con las carreteras, los bancos y casi todas las industrias paraestatales) pasarían inevitablemente a manos de inversionistas nativos y foráneos.

El sábado pasado, Desfiladero expuso su preocupación en el sentido de que la iniciativa del PRI pudiera desvirtuar la consulta popular sobre Pemex. Todo lo contrario. Las dos preguntas que estarán en juego se han ajustado de maravilla a la nueva situación política. La primera corresponde, en concreto, a las cinco propuestas de Calderón, que estarán especificadas en la boleta, y la segunda, “en lo general”, esto es, sin mencionarlas, a las nueve de Don Beltrone.

En una sociedad democrática, panistas y priístas saldrían mañana a votar SI por su propia propuesta (repito: los del PAN por la uno, los del PRI por la dos) y a dejar en blanco la otra, para evitar que sus NO se sumaran a los del pueblo, que en ambos casos se inclinará por la negativa. Pero qué esperanzas: las tres expresiones políticas del salinismo (las dos que forman el PRIAN más Nueva Izquierda) apostarán su radiante energía a un solo propósito: descalificar la consulta, tacharla de sectaria, o de “pobre” (como la adjetivó Carlos Slim, al asegurar que el debate en el Senado había sido “más rico”), desdeñar a sus participantes y continuar con el plan de efectuar un periodo extraordinario de sesiones durante los Juegos Olímpicos, que ya están a la vuelta de la esquina. De allí la “urgente” petición de Zavaleta.

¿Qué se necesita, pues, para que la consulta sea reconocida como exitosa y calme un poco el furor de los privatizadores? En 1995, el EZLN preguntó a los ciudadanos si debía dejar las armas y recogió un millón 300 mil votos. En 1998, Andrés Manuel López Obrador, como líder nacional del PRD, preguntó si el Congreso debía aceptar como deuda pública la magna estafa del Fobaproa. Las urnas recibieron 3 millones de votos. Un año después, el EZLN consultó sobre los derechos de los pueblos indígenas y también recogió 3 millones de votos.

Para ser un éxito, la consulta petrolera debe dejar atrás, por mucho, la barrera de los 3 millones, recabando al menos la mitad de esa cifra mañana, en la primera etapa del ejercicio (que continuará el 10 y el 24 de agosto), cuando se abran las 8 mil mesas receptoras en los estados de México, Veracruz, Tlaxcala, Hidalgo, Morelos, San Luis Potosí, Michoacán, Baja California Sur y Guerrero, donde estarán disponibles 4 millones de boletas para cada pregunta, mientras en el DF habrá casi 6 mil mesas receptoras y 6 millones de boletas por pregunta.

¿Darán buenos resultados el esfuerzo ejemplar de decenas de miles de adelitas y brigadistas, la actividad incesante de los círculos de estudio y los intelectuales, el trabajo tenaz de los artistas de Farándula, los correos electrónicos de tantos voluntarios insomnes, angustiados por la amenaza de perder lo último que nos queda? Mañana por la noche empezaremos a saberlo.
jamastu@gmail.com