martes, 1 de julio de 2008

Astillero de Julio Hdez. L.

(Astillero con Astillas astillosas...No perdamos la autocrítica)
Dos años atrás
■ De las urnas a la división
■ El fraude germinal
Integrantes de Greenpeace-México protestaron frente a la sede de la embajada de Japón en la ciudad de México, por la detención en ese país de ambientalistas que daban a conocer información sobre el tráfico ilegal de carne de ballena

Dos años atrás, a pesar de la intensa guerra sucia y los indicios tempranos de preparativos de fraude electoral, los mexicanos se alistaban, relativamente confiados, a ir a las urnas. Hoy, la nación está dividida, sin representación política legítima, con gobernantes que en los tres niveles actúan creciente e impunemente contra los ciudadanos y convierten el erario en botín, con los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial cada vez más desacreditados (al igual que los partidos y las elecciones), con una institucionalidad devastada (en particular los órganos “autónomos”, como los relacionados con lo electoral y la transparencia informativa), militarizada e inhumanamente ensangrentada, y a merced de peligrosos intereses extranjeros (sobre todo con el proyecto de privatización petrolera).

Al comparar el pasado reciente con la aplastante realidad de hoy, es necesario siempre tener presente que el virus germinal de la acelerada descompostura nacional en curso fue el fraude electoral. Con tal de mantenerse en el poder, la derecha panista, corrupta y (por tanto, entre otras cosas) sin apego doctrinario, instaló en México el odio, la división social y un peligroso hartazgo sobre las evidentemente muy insuficientes vías de lo electoral y lo político para resolver los conflictos colectivos. Fox ni siquiera traicionó los principios del partido blanquiazul, porque nunca los ha conocido ni practicado, pero Calderón (cuyo padre, Luis, renunció décadas atrás, por sus desviaciones, al partido del que fue historiador) no sólo ha hecho a un lado los principios del panismo sino que, empeñado en fabricarse una legitimidad de la que muy bien sabe que carece, ha trazado líneas bélicas de acción política para tratar de marginar y, de ser posible, exterminar políticamente, a la mitad nacional que no votó en su favor y que en términos generales (más allá de los juegos manipulables de las encuestas públicas diseñadas conforme al interés del patrocinador) mantiene una postura de rechazo a la usurpación de 2006 y a las posteriores decisiones excluyentes de ese gobierno formal.

Tanta es su ilegitimidad de origen que el calderonismo ha gastado ya una tercera parte de su tiempo políticamente útil (dentro de cuatro años habrá, según las previsiones institucionales, un nuevo presidente electo) en combatir fallidamente a su adversario histórico, el variopinto movimiento cívico encabezado por Andrés Manuel López Obrador. Si el foxismo construyó la candidatura presidencial del tabasqueño, con empecinamientos torpes como el del desafuero del entonces jefe de Gobierno capitalino, el felipismo ha hecho lo suficiente para que el adversario bombardeado de manera masiva y con las cargas más modernas (misiles televisivos aire-tierra, entre otros) haya podido sostenerse con vida e incluso, como sucede ya, se haya fortalecido y tenga la vista puesta en la revancha natural de 2012.

En la búsqueda de la legitimidad nunca perdida (porque nunca la ha tenido), el extraño señor F.C. ha invertido cuanto capital le ha sido posible en la improbable tarea de desacreditar, desde las trincheras mediáticas electrónicas y escritas en su poder, la convicción de un segmento importante de la sociedad de que él llegó al poder mediante fraude. A las sugerentes peculiaridades negativas que se dieron en los meses inmediatamente anteriores a la elección presidencial y en el tramo procesal de conteo y “validación” de resultados, se han añadido las cínicas confesiones de personajes como el entonces presidente Fox y la profesora Gordillo (siempre adulteradora electoral), y los premios en especie aeronáutica dados a los prestanombres empresariales que dieron la cara en la guerra sucia de mensajes contra AMLO.

Por lo que hace dos años pasó, por lo que hoy está sucediendo y por lo que acontecerá si no es frenado el citado poder ilegítimo, es necesario mantener activa la denuncia, una y otra vez, no sólo en función testimonial, del crimen patrio cometido dos años atrás en las urnas a las que en otro primero de julio, en otro calendario político, en otro México, se encaminaban con relativa confianza ciudadanos que por lo entonces conocido continúan en lucha.

Astillas
En su crónica jornalera de la pasada reunión dominical del Zócalo, Arturo Cano consignó dos elementos interesantes: más de una vez mencionó que el discurso de López Obrador fue escuchado por algunos asistentes sin la reverencia del pasado y también apuntó la insatisfacción de otros ante la indefinición práctica del discurso del comandante en jefe de la resistencia civil. Sobre esos puntos, el irreverente e impráctico tecleador de estas líneas ha de expresar que hasta ahora, y debido en buena medida a la personalísima guerra sucia desatada en su contra, el movimiento de oposición al fraude electoral y de defensa del petróleo ha girado en derredor de una figura tabasqueña pero, justamente a causa de esa órbita, no ha podido construir una estructura amplia y fuerte que pueda sostener ese movimiento en caso de falta (por cualquiera de las varias causas posibles) de ese referente central. Entre otras causas de ese sabido proceso de concentración personalísima de poder (antes, Cuauhtémoc; ahora, Andrés Manuel) está la satanización de las críticas al movimiento y al máximo líder, por considerar que con ellas “se hace el juego” a la derecha o a los opositores de esos procesos de lucha social. Ni puede ni debe haber reverencia y sí crítica y autocrítica permanentes... “Se acabó la música”, dijo don Plutarco al final de El violín, pero don Ángel Tavira seguirá tocando y viviendo no sólo en las ejecuciones musicales preservadas del abandono y practicadas con amor popular sino también en el recuerdo de su experiencia cinematográfica que le dio lauros en Cannes. Don Plutarco a lomo de burra que convierte su estuche protector de instrumento sonoro en abastecedor simbólico de cargas de fuego para Genaros y Lucios obviamente insurrectos. La música, en realidad, don Ángel, no ha terminado… Y, mientras Carlos Salinas sigue siendo eje político explícito, tanto en bodas de hijas de súper senador como en procesos de sucesión, ¡hasta mañana, ya con el nuevo impuesto sobre depósitos en efectivo!


Lunes 30 de junio 08

■ Lo ya sabido
■ Aritmética pripánica
■ Resistencia, lista

Primera sesión del Consejo Político Ordinario del Distrito Federal del Partido Alternativa Socialdemócrata

Nada nuevo, en estricto sentido (salvo el planteamiento de tres fases para la consulta ciudadana, con las que se buscará eludir o, en su caso, evidenciar la inminente mapachería oficialista). Pero justamente eso es lo relevante: a pesar de todos los esfuerzos de civilidad política que se han hecho para demostrar la inviabilidad de la propuesta calderónica de reforma petrolera (manifestaciones públicas de protesta, debate en el Senado, entre otras cosas), los aliados originales (PAN y PRI) se mantienen en la línea mercantil original de usar el mecanismo manipulable de la aritmética legislativa para “sacar adelante” el propósito privatizador. Y, frente a ello, se mantiene lo mismo, lo planteado desde el principio, sin mengua y, por el contrario, con más organización y madura decisión: Zócalo desbordadamente lleno de ciudadanos que han resistido la campaña mediática de difamación y menosprecio y que están razonadamente listos para pasar a la muy sabida fase siguiente de la lucha en defensa del (aunque no sólo eso) petróleo.

La asamblea dominical refleja el estancamiento del litigio petrolero. Del lado oficialista la tesis más cruda es la de la ideóloga Kessel, que ya envió al cesto de la basura las discusiones y aportes habidos en el Senado porque, con una claridad tecnocrática agradecible, ha advertido que lo importante es la suma de los votos de los panistas y los priístas que ya están listos para aprobar la reforma (levemente maquillada). Hasta el priísta Beltrones ha debido salir al foro con la intención de atemperar el efecto de las insensatas declaraciones de su provisional compañera de viaje, la antes mencionada secretaria de Energía. Pero la confesión oficial de la Kessel es contundente: todo quedará (o al menos eso quieren creer los pripánicos) en el reino del bla bla, ante el peso numérico de los legisladores votantes coaligados.

Frente a la simulación confesa, el movimiento de resistencia mantiene sus banderas y estrategias. A la cantidad ínfima de sedicentes representantes populares que pretenden aprobar reformas trascendentes sin tomar en cuenta a sus supuestos representados, la resistencia civil opone la cuantía de quienes en las calles y las plazas han manifestado absoluta decisión de oponerse a los anunciados arreglos de cúpula. Por ello es que pocas palabras nuevas pueden producirse en el contexto de otra reunión en el Zócalo. La presencia y el ánimo son el discurso y constituyen algo que sin ser novedad es la noticia.

Si acaso, los buscadores de signos se detienen en las palabras de apoyo que López Obrador dio a Marcelo Ebrard, sumido éste en la crisis de principios que significó el actuar policial contra jóvenes en una discoteca popular. El ex candidato presidencial elogió al único mandatario local que se mantiene apegado a la línea política lopezobradorista y que ha generado extremo enojo del oficialismo felipense por haber planteado el dardo de la consulta ciudadana sobre el futuro del petróleo.

Quien fue guía de Ebrard dio a conocer la ruta de esa consulta a la que los gobernadores priístas y panistas procurarán insertar elementos de confusión y conflicto y, desde luego, votos “ciudadanos” fabricados en los laboratorios electorales que cada mandatario mantiene en su entidad. Manuel Camacho anunció tres fases, contra la intención del troyano presidente sustituto del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo, que ha insistido –al igual que otro personaje intachable y fuera de dudas, Jesús Ortega– en que todo el ejercicio de opinión masiva se haga en una sola fecha. La pretensión de los no chuchos es organizar esa consulta en tres fases, para que los resultados o incidentes de una no afecten a otra. El próximo 27 sería en zonas abiertamente perredistas, pero también en los terrenos minados donde formalmente el gobernador es del sol azteca pero en los hechos está asociado al calderonismo (y en el paraíso de los mapaches de exportación, el estado de México, desde donde Enrique Peña Nieto aporta recursos humanos y materiales para influir en elecciones constitucionales de otras entidades y ahora tratará de hacerlo para dar el triunfo a Jesús Ort…, no, perdón, para desviar o defraudar la consulta ciudadana). Luego vendrán las consultas del sur y del norte, todas bajo riesgos mayores de injerencia pripánica privatizadora.

Astillas

El sábado anterior murió don Pedro Jasso Bravo, el emblemático campesino de San Juan de Guadalupe, en San Luis Potosí, que años atrás salió de esa ciudad capital a lomo de un burro, llamado El Chaparro, para ir a la capital del país en demanda de libertad para su hijo Margarito, injustamente preso por defender la propiedad colectiva, y de justicia para su comunidad que entonces, como ahora, era víctima de la voracidad económica de fraccionadores y políticos coaligados para hacerse de tierras luego convertidas en redituables zonas residenciales… Felipe y Juan Camilo han hecho bien en no declarar día de fiesta nacional (mexicana) la fecha en que el gobierno estadunidense aprobó la entrega de fondos intervencionistas contra el narcotráfico “sin candados”, como sería la molesta vigilancia de respeto a los derechos humanos. Pero poco faltó al héroe de los contratos familiares, el licenciado Mouriño, para saltar de gusto porque los gringos “aceptaron” las correcciones que Bush les había hecho decir antes a sus socios del pinar trasero… Y, mientras sigue el circo “progresista” de Alternativa, y el IFE tripartita ha negado registro como partido a dos agrupaciones (los sinarquistas y un tal Movimiento de Participación Solidaria) deseosas de compartir, aunque fuera en mínima cantidad, las glorias presupuestales, ¡hasta mañana, en esta columna que da cuenta de que en esta administración federal sí hay cambios, aunque sea de nomenclatura: del Plan México a la Iniciativa Mérida y, ahora, del foxista Plan Puebla-Panamá al felipense Proyecto Mesoamérica!
Astillero
Julio Hernández López
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

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